lunes, 28 de julio de 2014

La utilización de la fuerza

















Del campo de batalla, al deporte




Originalmente, el nombre de Jujutsu (柔術) —Jiu-jitsu en el japonés moderno— pareció haber sido traducido a lo que puede ser mejor descrito como el arte de luchar sin armas, aunque en algunos casos se utilizaron armas cortas contra los oponentes que luchaban con armas largas. A pesar de que parece asemejarse a la lucha libre, difiere sustancialmente de esta en su principio fundamental: no combatir con la fuerza a la fuerza, sino para obtener la victoria hay que ceder a la fuerza. 

Miyamoto Musashi practicando con un bokken en cada mano.
Imagen de Wikipedia.
Desde la abolición del sistema feudal, el arte estuvo durante algún tiempo mal visto y por ello, quedó en desuso, aunque con el paso del tiempo, volvió a ser muy popular en Japón. Pero esta vez, con algunas modificaciones importantes: debía de ser un sistema de atletismo como método de entrenamiento físico.

Jujutsu se ha conocido desde la época feudal bajo diversos  nombres, tales como Yawara, Tai-jutsu, Kogusoku, Kempo y Hakuda. El Jujutsu y Yawara fueron los nombres más ampliamente conocidos y utilizados.

El Judo (柔道), fue creado a partir del Jujutsu el cual era el sistema de defensa militar usado por las clases samurai quienes lo empleaban al perder su arma en combate. En las técnicas de Jujutsu, se daba más importancia al sistema de palanca aplicado para proyectar que “ceder” en su lugar tal y como indica el principio omnipresente del Jujutsu: hacer el uso más eficiente de la energía mental y física pues para obtener la victoria hay que ceder a la fuerza. Este principio, fue el motivo que le dio nombre, pero realmente, no hacía uso de su  verdadero significado.

Jujutsu y Judo, son dos palabras que están escritas con dos caracteres chinos: El ju (柔) es el mismo en ambas y significa “suavidad” o “dar forma”. El significado de jutsu (術) es “arte, técnica” y do (道), significa “principio” o “camino” —camino en el sentido de vida en sí misma—.

A una edad muy temprana para su época, Jigoro Kano comenzó sus estudios en el arte del Jujutsu, su dedicación era tal que su maestro le nombró ayudante a los pocos meses, comenzando así a impartir clases. El joven ayudante, durante la enseñanza, a menudo se encontraba con diferencias en las escrituras de las técnicas, dilemas que le llevaban a no saber cual de ellas estaba en lo cierto, pues no cumplían el principio de “ceder para ganar”.

Jigoro Kano, revisó los métodos de ataque y defensa que había aprendido del Jujutsu, conservando sólo los que estaban de acuerdo con dicho principio. Aquellos que no estaban de acuerdo con él los rechazó, y en su lugar los sustituyó por técnicas en las que se aplicaba correctamente. Al sistema técnico resultante lo llamó Judo o “camino de la suavidad”. Pues si Jujutsu es el arte de ganar mediante el uso de la no resistencia, Judo es la forma de conseguirlo.



“Harás de mi fuerza la tuya”




La fuerza (F), es el producto de la masa (m) por la aceleración (a). A esta ecuación la conocemos como  la ecuación fundamental de la dinámica:

F=ma

 Aquí, la constante de proporcionalidad para cada cuerpo o lo que es decir, lo que los hace diferentes, es su masa de inercia. 

La masa de inercia recibe este nombre debido a que es la relación que existe entre la fuerza aplicada a dicho cuerpo y la aceleración obtenida. En otras palabras, cuando un cuerpo tiene una gran resistencia a variar su aceleración —por poseer una gran masa—, decimos que tiene mucha inercia. Por ello, la masa es una medida de la inercia del cuerpo


"Una mujer indefensa puede anular la fuerza de un gigante si usa 
su propio potencial de forma efectiva". 
Del libro “Kodokan Judo” por Jigoro Kano.
Por otra parte, una fuerza (F) que es aplicada sobre un cuerpo, conlleva a una reacción igual sobre este pero a su vez, opuesta al mismo tiempo sobre el origen de dicha fuerza.

Sabiendo esto, si un cuerpo se dirige directo a otro en estado de reposo de igual masa de inercia, el primer cuerpo en un momento determinado, le aplicará al segundo una fuerza concreta en relación a su aceleración. En este instante, el cuerpo receptor de la fuerza provocará la desaceleración del cuerpo que la origina y la aceleración de sí mismo en el sentido del impacto. A esta nueva fuerza, la llamaremos fuerza de impacto.

Un buen ejemplo para la aplicación del principio fundamental de la dinámica en Judo sería el siguiente: Si debiéramos de defendernos de un contrincante que corre hacia nosotros, con el fin de aplicar una fuerza de impacto sobre nuestro cuerpo, oponernos a su fuerza nos provocaría con bastante probabilidad algún tipo de lesión además de conseguir derribarnos. En cambio, en vez de oponernos a su fuerza, podríamos usarla en nuestro propio beneficio.

Este concepto fundamental del Judo, es conocido como Chikara no Oyō —Utilización de la fuerza—, demuestra que no debemos de detener a una fuerza que va contra nosotros oponiéndonos a ella, si no que debemos de utilizarla en nuestro beneficio: Si el contrincante empuja, yo tiro de él y si él tira, yo le empujo siendo en este caso su fuerza de ataque parte de la nuestra. Chikara no Oyō, es por consiguiente, la esencia misma del Judo. Y aunque es fácil de comprender, son necesarios muchos años de dedicación para llegar a dominarlo.




El agarre como método de combate




Para poder hacer Judo es necesario agarrar a nuestro oponente, no hay un agarre establecido pues existen numerosos tipos de agarre, pero de entre todos ellos, hay un agarre conocido como fundamental. Este agarre es el aconsejado para el aprendizaje de las técnicas debido a su gran versatilidad para la aplicación de la gran mayoría de ellas. El agarre como tal, es conocido en Judo como Kumikata, y es el medio  principal para ejecutar las técnicas a nuestro oponente o uke (defensor o receptor de la técnica).

Los maestros Kyūzō Mifune y Jigorō Kanō en un ejemplo de 
agarre fundamental. Imagen de wikipedia.
Dependiendo de la morfología de cada persona y de la del oponente, se pueden variar estas formas de agarre, pero conviene realizar la forma fundamental (una mano en la solapa y la otra a la manga) para controlar bien el cuerpo de nuestro oponente. Este, a parte de presentar la ventaja de permitir casi todos los ataques, también a su vez, elimina el riesgo de accidente con el control de la manga de uke, impidiendo de esta forma que pueda extender el brazo hacia el suelo con el fin de evitar la caída. Acción que le podría provocar la lesión de las articulaciones del codo, muñeca u hombro.

Es conveniente agarrar con el cuerpo erguido y sin poner fuerza en los hombros, ya que esta rigidez nos restaría eficacia en la velocidad y coordinación de nuestros movimientos además de  provocar nuestra propia desventaja al transformarnos en un tronco para el oponente (seríamos derribados con muchísima facilidad al no poder absorber el ataque). 

Según sean nuestras técnicas, podemos agarrar las dos solapas, las dos mangas, la parte posterior del cuello del uniforme o judogi de uke, etc,. 

La mano que agarra la solapa en el agarre fundamental, realiza un trabajo de tsurite (mano que pesca), marcando el desequilibrio sobre uke tirando, empujando o levantando, mientras que la mano que agarra la manga, hace un trabajo de hikkite (mano que recoge), marcando la dirección del desequilibrio. Al ejecutar una técnica, las dos manos efectúan un trabajo coordinado al igual que el resto del cuerpo con el mismo objetivo, derribar a uke.

Cuando establecemos un agarre, siempre debemos de buscar el mejor para nuestro fin, otorgándonos una ventaja sobre nuestro oponente y evitar a su vez que este consiga el suyo. Existen numerosas formas de obtener la ventaja sobre uke pero la principal es la sensación de incomodidad. Esta, conseguida generalmente al alterar su posición de guardia, obliga a uke a desplazarse o a moverse alterando su centro de gravedad con el fin de recuperarla quedando expuesto a ser derribado.

El agarre, nos permite también emplear un control sobre el cuerpo de uke, ya sea al estar ambos de pie, como de rodillas en los casos que se realice un trabajo de suelo. Hay numerosas formas de control, algunas, establecen como objetivo controlar el pecho de nuestro oponente así como uno de sus brazos restándole movilidad y minimizando sus posibilidades de reacción. Aunque quizás sean las técnicas de estrangulación y luxación los métodos de control más empleados.




El centro de gravedad




Todo cuerpo posee un centro de gravedad donde se unen todas las fuerzas que actúan sobre él. Se podría representar como una línea que atraviesa el cuerpo de una persona en una postura natural pasando a través del centro de los tres puntos de la base del equilibrio: cabeza, cadera y pies. Esta línea indica la dirección de la fuerza que ejerce la gravedad sobre nuestro cuerpo y su dirección siempre será hacia el suelo.

Jigoro Kano, realizando la explicación de uki goshi a sus alumnos de kodokan.
Imagen de youtube.
Cuando el ser humano camina, modifica la dirección de dicha línea indicando el sitio donde debemos de apoyar el pié que necesitemos desplazar para recuperar el equilibrio de nuevo. Por lo tanto, entendemos como desequilibrio a la alteración del centro de gravedad el cual recuperamos mediante actos involuntarios, siempre y cuando la linea no se alargue en exceso pues provocaría nuestra caída. Sabiendo esto, entendemos como la forma más fácil de derribar a una persona es mientras esta se desplaza, debido a su estado de desequilibrio constante. 

En judo, se realizan acciones de tracción-empuje para modificar el centro de gravedad de uke y así provocar su desequilibrio y a su vez, la necesidad en uke de recuperarlo desplazándose. A esta acción se la conoce como kuzushi y es una de las bases fundamentales para realizar una proyección. De hecho la realización de un kuzushi en su debido momento podría incluso llegar derribar por completo a uke.

Una correcta utilización del kuzushi, nos permite anular la fuerza de nuestro adversario sin importar su peso y altura. Pues al no disponer de equilibrio, no es capaz de usar su fuerza y sin fuerza, es incapaz de defenderse. 

Existen numerosas formas de proyectar la fuerza de uke, bien sea evitando que recupere su equilibrio impidiendo el desplazamiento de sus pies o en cambio, obstaculizar la trayectoria de su cuerpo mediante el nuestro al convertirnos en un punto de apoyo capaz de transformar el movimiento lineal de su desplazamiento en el movimiento circular que surgirá como resultante, al cual llamaremos kake o proyección. Para ello, necesitaremos preparar nuestro cuerpo adoptando la posición correcta para cada técnica. Esta preparación es conocida como tsukuri.

Dependiendo de la técnica que se realice, el tsukuri se realizará mediante la aplicación principal de los brazos, la cadera o las piernas, lo que conlleva la clasificación del arsenal técnico de judo utilizado en las formas de proyección en cinco grupos:



TE WAZA: Técnicas de brazo.
KOSHI WAZA: Técnicas de cadera.
ASHI WAZA: Técnicas de pierna.
MA SUTEMI WAZA: Técnicas de sacrificio.
YOKO SUTEMI WAZA: Técnicas de sacrificio lateral.

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